En
la excelente página web http://www.sustainablebrands.com fue publicada esta
noticia el 9 de agosto. En la misma se indica que cada vez se ha vuelto más
importante para las empresas dar a conocer información sobre riesgos climáticos
a largo plazo porque los inversores la usan para tomar las decisiones
financieras. Pero así como la tendencia es hacia la trasparencia, muchos
negocios se quedan rezagados al respecto y por ende, en las consecuencias. Sin
embargo la reciente primera demanda sobre revelación inadecuada de riesgos
climáticos en Australia, podría ayudar a acelerar la adquisición de la buena
práctica. Después
de no revelar adecuadamente los riesgos planteados a su negocio por el cambio
climático en su informe anual 2016, el Commonwealth Bank (CommBank) de
Australia está siendo demandado por los accionistas. El argumento es que el
hecho de que el Banco no divulgue la información priva a los accionistas de una
"visión verdadera y justa" de la posición financiera y el desempeño
de la compañía y lo pone en oposición a las secciones 297 y 299A de la Ley de
Sociedades Anónimas. La sección 299A especifica que los reportes anuales deben
proveer suficiente información que permita a los accionistas hacer las
evaluaciones adecuadas de la posición financiera de la empresa, las estrategias
de negocio y las perspectivas futuras. Esta acción fue liderada por los
abogados de Environmental Justice Australia (EJA) a favor de los accionistas
Guy y Kim Abrahams y pretende que el banco no cometa las mismas omisiones en el
futuro. Estos demandantes han comentado que están preocupados por los riesgos
que implica el cambio climático tanto para el ambiente como para la sociedad.
La demanda contiene una recomendación hecha por el grupo de trabajo de G20
sobre las divulgaciones financieras relacionadas con el clima (TCFD) a
principios de este verano para que las empresas den a conocer información
climática como parte de sus estados financieros (consejos que ya están siendo
atendidos por algunos de los bancos más grandes del mundo, incluyendo Barclays
y Santander), así como advertencias de la Autoridad Australiana de Regulación
Prudencial de que el cambio climático representa un riesgo material para todo
el sistema financiero.
De
acuerdo con el abogado de la EJA, David Barnden, y con la organización sin
fines de lucro ClientEarth, la demanda podría sentar un precedente para la
divulgación de riesgo climático. Daniel Wiseman, perteneciente a la ONG comenta
que ya otros países tienen requerimientos como los australianos. En Reino
Unido, el Banco de Inglaterra y otros reguladores financieros han dejado claro
que bancos y otras instituciones financieras deben considerar el riesgo
climático y desde luego, para limitar la exposición a ser demandados, ponerse
al día con sus deberes legales y con los estándares emergentes de la industria.
Aproximadamente
el 60 por ciento de los 500 mayores propietarios de activos del mundo,
valorados en unos $27 billones, ahora reconocen los riesgos financieros del
cambio climático. BNP Paribas ha anunciado una nueva política de aceite de
palma que establece la producción responsable como condición previa para el
financiamiento y Goldman Sachs también ha tomado medidas para proteger sus
carteras, comprometiéndose a canalizar $150 mil millones en la financiación y
las inversiones en energía limpia por 2025.
Foto de la UNFCC NewsRoom |
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