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lunes, 18 de septiembre de 2017

AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE REQUIERE UNA ADECUADA GOBERNANZA DE SUS RECURSOS NATURALES PARA AVANZAR HACIA LA TRANSFORMACIÓN PRODUCTIVA

En el programa “Horizontes CEPAL”, la Directora de la División de Recursos Naturales e Infraestructura del organismo, Jeannette Sánchez, señaló que esta gobernanza es fundamental para lograr un desarrollo más igualitario y sostenible en la región. Comunicado de prensa de la CEPAL


(15 de septiembre, 2017) América Latina y el Caribe es una región privilegiada porque posee muchos recursos naturales, tanto renovables como no renovables. Por eso es fundamental contar con una adecuada gobernanza de estos recursos, “para no matar a la gallina de los huevos de oro”, señaló Jeannette Sánchez, Directora de la División de Recursos Naturales e Infraestructura de la CEPAL, en la última edición del programa “Horizontes CEPAL” (N 12), disponible desde hoy en internet.
La alta funcionaria de esta comisión regional de las Naciones Unidas destacó que América Latina y el Caribe tiene casi un tercio del agua dulce del planeta y posee también un tercio de los países llamados “megadiversos” en el mundo, además de contar con el 68% de las reservas de litio, 43% de de cobre, 20% de petróleo a nivel global. Además presenta un gran potencial para desarrollar energías renovables alternativas, no solo de fuentes de hidroelectricidad, sino también a partir del viento, el sol y la biomasa.
“Por lo tanto, tenemos una serie de posibilidades para proyectarnos hacia un desarrollo sostenible haciendo una mezcla adecuada de recursos naturales tanto renovables como no renovables, y así sostener el bienestar de las generaciones actuales y futuras de la región”, declaró Sánchez.
La funcionaria internacional de nacionalidad ecuatoriana, quien se desempeñó entre 2007 y 2013 como Ministra de Inclusión Económica y Social, de Coordinación de Desarrollo Social y de Coordinación de Política Económica del Gobierno de Ecuador, agregó que es necesario entender qué estamos haciendo bien y mal para que esta región –que es la más desigual del mundo- tenga un desarrollo equilibrado, inclusivo y sostenible, tal como lo ha planteado la CEPAL, siempre con centro en la igualdad.
En ese sentido, remarcó la importancia de la gobernanza de los recursos naturales, ya que la gestión de éstos no ha estado exenta de problemas y conflictos. “Nuestra región ha descansado en la explotación de sus materias primas, generando un modelo primario-exportador. Pocos países hicieron una inversión en transformaciones productivas, en incorporar más densidad económica, producir encadenamientos de valor y productivos, fortalecer los tejidos de las economías nacionales, y provocar el nacimiento de otras industrias relacionadas a los recursos naturales. En esto último hemos fallado rotundamente, tal como lo ha señalado la CEPAL en numerosas ocasiones”, enfatizó.
Sánchez explicó que a esto se añaden los conflictos sociales y ambientales generados por la explotación de los recursos naturales y la inadecuada distribución de sus rentas, por lo que se forma una trama compleja en la manera en que se gobierna y gestiona el recurso. “Por eso la CEPAL ha apelado al concepto de la gobernanza, que va más allá de una política económica en particular y que tiene que ver con la capacidad de los gobiernos de gobernar sobre sus recursos -que son tremendamente sensibles-, en especial los recursos extractivos no renovables y que dejan una huella ecológica muy importante”, indicó.
Para abordar esta gobernanza se requiere tener capacidades fortalecidas de las instituciones del Estado para regular y hacer cumplir los estándares ambientales, así como pensar mejor los sistemas tributarios, la gestión de la propiedad alrededor de los recursos y de sus rentas –para que lleguen a todos los ciudadanos a través de bienes públicos fundamentales, como por ejemplo, apoyar el financiamiento de la transformación productiva, y las inversiones en infraestructura sostenible y resiliente: lo que la CEPAL ha llamado “el gran impulso ambiental”, señaló.
“Necesitamos provocar un debate serio sobre algo tan sensible e importante como la gestión de los recursos naturales. Por eso es fundamental tener estos momentos de quiebre para repensar nuestras políticas y replantear lo que hacemos con estos recursos, con criterios de sostenibilidad y cautelando mínimos equilibrios biofísicos o ecosistémicos”, remarcó Jeannette Sánchez.

“No se trata de cerrar y de no explotar los recursos naturales, sino de aprovecharlos sensatamente, con una gestión sectorial adecuada, y usando las reservas de manera apropiada para los procesos de transformación productiva. Todo esto en condiciones de mayor inclusión, de desplegar posibilidades de reproducción social y económica sostenibles y más igualadoras”, insistió.

martes, 12 de septiembre de 2017

EFECTOS DE LAS PLANTAS ORNAMENTALES EN LAS PERSONAS

Diario: Notitarde La Costa. Puerto Cabello Edo. Carabobo. Fecha: 08-09-2017.  Columna: BioDazibao Global. p5. Autor: Wilfredo Jiménez Gómez.

Como se sabe las plantas ornamentales tienen un impacto favorable en el estado de ánimo de las personas. En la columna Psicología Ambiental, publicada en la revista Mente y Cerebro N° 54, en un artículo titulado La Influencia de las Flores, su autor Nicolás Guenguén, afirma que “Un ramo de flores perfuma, alegra el día, consuela y enamora; su efecto trasciende la simple función decorativa. Se ha demostrado que flores y plantas influyen el humor y la conducta de las personas. Las flores ejercen un efecto positivo sobre el estado de ánimo… lo que contribuye a las relaciones sociales y la solidaridad.”

Agrega Guenguén que “por tradición se sabe que la flor transmite una intención delicada, atrae las miradas de los presentes y produce una sensación de felicidad en la persona que la recibe. Ahora bien ¿de dónde surge tal convicción?; desde hace algunos años, diversos experimentos dentro y fuera de las paredes de un laboratorio descubren el impacto que producen las flores en la conducta, el pensamiento y el estado de ánimo de las personas. En el hospital, las plantas alivian el dolor de los pacientes; en despachos y aulas escolares disipan el estrés.” En relación con esto último, nosotros estamos convencidos de que en los centros educativos las flores y en general las plantas ornamentales, propenden tanto a educadores como a educandos a un mejor aprovechamiento del conocimiento, es decir, favorecen la enseñanza y el aprendizaje.

En relación con los beneficios de tener plantas en casa, la bibliografía indica los siguientes: 1) Reducen el estrés y las consecuencias de éste, incrementando nuestro rendimiento y favoreciendo nuestra atención en las actividades diarias. 2) Aumentan nuestra autoestima. 3) Las plantas generan un efecto positivo en las personas, ayudando a mantener el buen ánimo y fomentando la paciencia. 4) De forma sencilla y natural, influyen en nuestro estado de ánimo mejorando nuestra calidad de vida. 5) Nos proporciona satisfacción personal y proporciona alegría al regar y hablar con ellas  casi a  diario. 6) Nos permite una vida más al aire libre, pues nos mantiene distraídos de la televisión y otros medios que interrumpen nuestra actividad mental. 7) Incrementan el nivel de concentración y comprensión. 8) Son aromáticas, por lo que brindan al hogar un olor agradable y relajante. 9) Incrementan la humedad del aire; es decir, hidratan las mucosas, garganta y piel, evitando así enfermedades. 10) Son antidepresivos naturales gracias a que sientan las bases para la cromoterapia y la aromaterapia (técnicas que dicen que la influencia de aromas y colores incentivan sensaciones de bienestar en las personas). Esta interacción de la especie humana con las plantas ornamentales y la vegetación en general es una realidad y debemos fortalecerla y al mismo tiempo difundir sus bondades.

Alabado seas, mi Señor

En el capítulo quinto de la encíclica, titulado Algunas Líneas de Orientación y Acción, en el subtítulo Diálogo Hacia Nuevas Políticas Nacionales y Locales, el Papa expresa que “en los ámbitos nacionales y locales siempre hay mucho por hacer, como promover las formas de ahorro de energía. Esto implica favorecer formas de producción industrial con máxima eficiencia energética y menos cantidad de materia prima, quitando del mercado los productos que son poco eficaces desde el punto de vista energético o que son más contaminantes. También podemos mencionar una buena gestión del transporte o formas de construcción y de saneamiento de edificios que reduzcan su consumo energético y su nivel de contaminación. Por otra parte, la acción política local puede orientarse a la modificación del consumo, al desarrollo de una economía de residuos y de reciclaje, a la protección de especies y a la programación de una agricultura diversificada con rotación de cultivos. Es posible alentar el mejoramiento agrícola de regiones pobres mediante inversiones en infraestructuras rurales, en la organización del mercado local o nacional, en sistemas de riego, en el desarrollo de técnicas agrícolas sostenibles. Se pueden facilitar formas de cooperación o de organización comunitaria que defiendan los intereses de los pequeños productores y preserven los ecosistemas locales de la depredación. ¡Es tanto lo que sí se puede hacer!”.