Gioconda San Blas asumió la
responsabilidad de ser la primera mujer en dirigir la Academia de Ciencias Físicas,
Matemáticas y N turales
Heidy Ramírez S. @ideagenial
En Caracas, entre las esquinas de
La Bolsa a San Francisco en la avenida Universidad, frente al Palacio
Legislativo, donde sesiona la Asamblea Nacional, está el Palacio de las
Academias, recinto neogótico y monumento nacional. Allí se dan cita los venezolanos
que con su amplia hoja de vida dan fe de que en el país bullen las ideas y
avanza la investigación, esenciales para el desarrollo. El pasado 23 de
septiembre esta edificación sirvió de marco para la juramentación de la nueva
directiva de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, Acfiman,
que estará encabezada por la doctora Gioconda Cunto de San Blas, individuo de
número y primera mujer que ocupa este cargo. Ya la excelencia femenina algunos
meses antes logró también la presidencia de la Academia Nacional de la
Historia, con la autora Inés Quintero. Ambas alcanzaron estos nuevos retos
mediante la elección democrática, tras haber sido reconocidas por sus pares.
Para muchos venezolanos lo que hace la Academia es desconocido, pero es sólo
asunto de poca difusión. Los expertos que allí se reúnen son profesores
universitarios, científicos, investigadores y creadores que están lejos de
tener una actitud pasiva, los diferentes programas, publicaciones, libros y
pronunciamientos que se producen, son suficiente muestra de su apoyo al
conocimiento, tan necesario para el desarrollo de una nación.
Gioconda San Blas es licenciada en
Química de la Universidad Central de Venezuela, con post doctorado en
Bioquímica en una universidad escocesa, trabajó en el Instituto Venezolano de
Investigaciones Científicas y actualmente es directora de Ciencia y Tecnología
de la Gobernación del Estado Miranda. Su personalidad dista mucho de la imagen
de una mujer introspectiva de bata blanca, al contrario, es defensora acérrima
de la ciencia, columnista de un diario nacional y convencida de que en el país
se tiene que hablar más de las instituciones como las que dirige.
La doctora San Blas en su discurso
de toma de posesión, reconoció que al equipo de la Acfiman tocaba asumir la
presidencia con un doble desafío, ¨mantener el espíritu académico principista y
combativo y estar a la altura de la convulsionada era que nos ha tocado vivir¨.
Comentó que la ciencia no es un hecho aislado para una sociedad que desee
superarse sino más bien un elemento vital de mejoramiento, al servicio del
conocimiento, el progreso, la paz y el desarrollo (como bien lo dicta la Unesco
en su Declaración de 1999).
La nueva presidenta hizo un rápido
recuento del papel de la Acfiman y recordó el respaldo a los pronunciamientos sobre
distintos hechos en el país que con frecuencia vienen con la firma conjunta de
otras academias, también expuso que como asesora del Ejecutivo, la Academia ha
alzado la voz para expresar su opinión sobre el deterioro de la actividad
científica, su rechazo a la desaparición del Ministerio del Ambiente y a
diversos ecocidios. Indicó las observaciones que se han emitido sobre asuntos
clave como las estrategias para enfrentar la sequía anunciada del año que corre
y la posición fijada ante la permanente crisis universitaria, entre tantos otros
temas. También mencionó la labor de la comunicación como eje de la transmisión
de la importancia de la ciencia, tarea que comienza a edad temprana. ¨Es
imperativo hacer de la ciencia un hecho comunicacional, parte integral de la
actividad educativa, social y económica de la nación¨, expuso.
San Blas destacó la importancia del
programa Mujeres en Ciencia, que busca visibilizar el papel femenino y que
además forma parte de la Red Interamericana de Academias de Ciencias. Y comentó
el logro de contar con cuatro mujeres como individuo de número en la Acfiman. Sobre
los desafíos económicos, reconoció que ¨todos los programas se hacen
sobrepasando los magros presupuestos asignados a la institución¨, lo cual es un
mal extendido a universidades y centros de investigación, ¨no obstante el desafío
está en superar los obstáculos con ingenio y disposición y en eso estamos¨, indicó.
El presidente saliente, Dr.
Claudio Bifano, en sus palabras de agradecimiento recordó el respeto y la
tolerancia que privó siempre en los intercambios y tomas de decisiones, también
mencionó a las organizaciones y empresas privadas que hicieron posible la
materialización de los programas. Destacó la interrelación mantenida con el
resto de las academias, convencidas de su rol y su proyección social. Se
refirió a los nuevos miembros y valoró el interés de la corporación en sumar
mujeres a la Academia y reconocer el valor de sus aportes. Bifano culminó su
despedida con un mensaje que bien podría calificarse de elegante pero a la vez
mordaz y contundente: ¨la Academia tiene mucho que seguir haciendo por el país,
convocando e incluyendo a la comunidad científica en el desarrollo de programas
de interés nacional y reclamar, aunque sepamos que sus palabras chocarán contra
la reconocida costra de ignorancia y mala fe de personajes audaces salidos de la
gleba que con sus feroces iniciativas atentan contra una educación de calidad
para todos y el ejercicio de la actividad científica a la altura de los
estándares internacionales¨.
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