La reserva forestal Caparo, propiedad de la Nación tutelada por el Ministerio del Ambiente, consta de 174.000 hectáreas, apoyadas por 2 mil familias productoras residentes. Este reservorio natural sumado al conocimiento científico y tecnológico generado por la Universidad de Los Andes en la región, constituyen la base para que el esfuerzo mancomunado de la sociedad rural local y los organismos del Estado competentes hagan realidad la creación de un nuevo modelo de desarrollo rural, aplicable a vastas extensiones de Venezuela y a otros países latinoamericanos tropicales. La idea además se compagina armoniosamente con los logros planeados mundialmente en el año internacional de los Bosques 2011.
La experiencia de este encuentro estará basada en siete grandes líneas temáticas: desarrollo rural sostenible; conservación de la diversidad biológica; políticas forestales; ordenamiento territorial; extensión sociocomunitaria; ecoturismo y cambio climático. Y cuenta, además de la organización por parte de la ULA, con la estrecha colaboración del Ministerio del Ambiente, The Nature Conservancy (TNC), Nestlé de Venezuela y diferentes instancias académicas y administrativas. El programa atiende a los elementos políticos, sociales y científicos relacionados con la temática del Desarrollo Rural Sostenible haciendo énfasis en los Llanos Occidentales de Venezuela y en la zona tropical. Habrá sesiones de conferencias a cargo de especialistas nacionales e internacionales (universidades alemanas y latinoamericanas) relacionadas a las líneas estratégicas del seminario.
La Universidad de Los Andes
La Universidad de Los Andes, junto con una gran cantidad de socios y actores cumplió una larga etapa de 41 años en Caparo y sus frutos son de extraordinaria trascendencia: la salvaguarda para la Humanidad de un tesoro de la Diversidad Biológica del país y del planeta; un patrimonio técnico-científico que tiene el potencial para ser la base de un proceso de desarrollo rural sostenible inédito en Venezuela y América Latina a cumplirse en las próximas décadas. Estos logros fueron refrendados en enero del año 2010 con la celebración del Taller “40 años de la Universidad de Los Andes en Caparo”.
El profesor Wilfredo Franco, de la Facultad de Ciencias Forestales y Ambientales de esta casa de estudios y uno de los organizadores del encuentro, explicó a mediados del año pasado en el programa Aula Ambiental de la ULA que a pesar de contar con los permisos correspondientes (de acuerdo con un convenio de comodato firmado con el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente) para extraer madera del bosque natural, Caparo decidió desde 1997, suspender tal actividad y conservar el área como Reserva de Biodiversidad en los Llanos Occidentales de Venezuela para el mundo. Durante los últimos 40 años, la ULA ha logrado preservar 7 mil 900 hectáreas de las 3 millones que existían en 1950, estas últimas devastadas por seres humanos guiados, netamente, por sus intereses económicos.
En este trabajo incansable de la universidad andina, se propone el actual “Modelo de desarrollo rural sostenible” para ayudar a los habitantes de la zona a producir -en forma armónica y perdurable en el tiempo- alimentos, madera para viviendas, plantas medicinales, biofertilizantes y practicar la lombricultura, entre otros. El proyecto tiene actuación conjunta con consejos comunales, el Frente Campesino, las alcaldías de los municipios Andrés Eloy Blanco y Ezequiel Zamora, la Gobernación del Estado Barinas e instancias ministeriales relacionadas. Según el profesor Franco, con el apoyo de estas instituciones se hace contundente la vinculación de las universidades con las realidades sociales y naturales del entorno (mediante intervenciones como el Servicio Comunitario de la Educación Superior, el Servicio de Asistencia Técnica y el Servicio de Asistencia al Público, cursos, encuentros, comisiones de trabajo y talleres de sensibilización). Otros objetivos de este plan son avanzar en la implantación de programa de plantaciones forestales y cultivos agroalimentarios, desarrollar tecnologías de alimentos concentrados, establecer un proyecto de mejoramiento de la ganadería de leche, generar un programa de ecoturismo y educación ambiental, una planta piloto de componentes prefabricados para viviendas y generar energías renovables. La meta, según ha dicho el docente es poder decir, en 7 o 10 años, que en el medio rural están miles de familias bien educadas y con buena calidad de vida, que pueden además servir de ejemplo de lo que puede hacerse en América Latina.
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