Colaboración
de Wilfredo Jiménez Gómez. BioDazibao Global. @letrareverde
Por
ocasión de haberse celebrado el pasado 18 el Día de la Protección de la
Naturaleza, consideramos oportuno divulgar parcialmente el contenido del
mensaje del general argentino Juan Domingo Perón, escrito en 1972 y que dio
origen a la efeméride antes mencionada. Fue redactado en términos “que van más
allá de lo estrictamente político, que superan las divisiones partidarias o
ideológicas, y entran en la esfera de las relaciones de la humanidad con la
naturaleza”. A continuación parte del texto: “Creemos que ha llegado la hora en
que todos los pueblos y gobiernos del mundo cobren conciencia de la marcha
suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio
ambiente y la biosfera, la dilapidación de los recursos naturales, el crecimiento
sin freno de la población y la sobreestimación de la tecnología, y de la
necesidad de invertir de inmediato la dirección de esa marcha, a través de una
acción mancomunada internacional. La concientización debe originarse en los
hombres de ciencia, pero sólo puede transformarse en la acción necesaria a
través de los dirigentes políticos. Por eso abordo el tema como dirigente
político, con la autoridad que me da el haber sido el precursor de la posición
actual del Tercer Mundo y con el aval que me dan las últimas investigaciones de
los científicos en la materia”. “Las mal llamadas "sociedades de
consumo" son, en realidad, sistemas sociales de despilfarro masivo,
basados en el gasto porque el gasto produce lucro. Se despilfarra mediante la
producción de bienes innecesarios o superfluos y, entre estos, a los que
deberían ser de consumo duradero, con toda intención se les asigna corta vida
porque la renovación produce utilidades. Se gastan millones en inversiones para
cambiar el aspecto de los artículos, pero no para reemplazar los bienes dañinos
para la salud humana, y hasta se apela a nuevos procedimientos tóxicos para
satisfacer la vanidad humana”. “No menos grave resulta el hecho de que los
sistemas sociales de despilfarro de los países tecnológicamente más avanzados
funcionan mediante el consumo de ingentes recursos naturales aportados por el
Tercer Mundo”. “Para poner freno e invertir esta marcha hacia el desastre es
menester aceptar algunas premisas: Son necesarias y urgentes una revolución
mental en los hombres, especialmente en los dirigentes de los países más
altamente industrializados… y el surgimiento de una convivencia biológica
dentro de la humanidad y entre la humanidad y el resto de la naturaleza.
Esa
revolución mental implica comprender que el hombre no puede reemplazar a la
naturaleza en el mantenimiento de un adecuado ciclo biológico general; que la
tecnología es un arma de doble filo; que el llamado progreso debe tener un límite… que la naturaleza debe ser
restaurada en todo lo posible, que los recursos naturales resultan agotables y
por lo tanto deben ser cuidados y racionalmente utilizados por el hombre; que
el crecimiento de la población debe ser planificado sin preconceptos de ninguna
naturaleza, que por el momento más importante que planificar el crecimiento de
la población es aumentar la producción y mejorar la distribución de alimentos y
la difusión de servicios sociales como la educación y la salud pública, y que
la educación y el sano esparcimiento deberán reemplazar el papel que los bienes
y servicios superfluos juegan actualmente en la vida del hombre”. “Finalmente
deseo hacer algunas consideraciones para nuestros países del Tercer Mundo:
Debemos cuidar nuestros recursos naturales con uñas y dientes de la voracidad
de los monopolios internacionales que los buscan para alimentar un tipo absurdo
de industrialización y desarrollo en los centros de alta tecnología donde rige
la economía de mercado”. “No debe olvidarse que el problema básico de la mayor
parte de los países del Tercer Mundo es la ausencia de una auténtica justicia
social y de participación popular en la conducción de los asuntos públicos. Sin
justicia social el Tercer Mundo no estará en condiciones de enfrentar las
angustiosamente difíciles décadas que se avecinan”. “Por eso convoco a todos
los pueblos y gobiernos del mundo a una acción solidaria”. Consideramos que
Perón estaba clarísimo en materia de ecología política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.