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domingo, 3 de marzo de 2013

EL MERCURIO ENVENENA A LOS INDIGENAS VENEZOLANOS



Heidy Ramírez S.
@ideagenial

La contaminación por mercurio derivada de la minería artesanal del oro es un grave problema ambiental y de salud humana que afecta a comunidades y ecosistemas en áreas importantes en el sur de Venezuela
La actividad reunió a especialistas de Perú y Venezuela, quienes apuntaron los efectos sobre  los ecosistemas  y sobre la salud y desarrollo económico y social de las comunidades autóctonas
El pasado 21 de febrero se llevó a cabo en Caracas, el foro Contaminación por Mercurio en la Guayana Venezolana, en el marco del programa Diálogos para la acción. Esta actividad estuvo liderada por la Red de Organizaciones Ambientales de Venezuela (Red ARA) con el apoyo de la Fundación Avina. La iniciativa pretende elaborar un documento final de soluciones para este conflicto, donde se indiquen acciones para mitigarlo. No obstante los representantes de las comunidades indígenas presentes fueron enfáticos en mantener su solicitud de que sea erradicada por completo la minería. Mayraleno Cortés, integrante de la etnia yekuana y de la asociación civil Kuyujani, hizo un recuento, que ya promedia más de diez años, de todas las acciones emprendidas para este objetivo. A su criterio debe cesar el ingreso del mercurio a los ecosistemas, lo que se logra prohibiendo tanto la minería artesanal como la industrial. En un estudio solicitado por los grupos autóctonos en 2010, se encontraron altos niveles de mercurio en los pobladores, resultado de la ingesta de pescado, principal producto de consumo. Se hacen necesarias acciones como la medición de concentración de mercurio en el agua y en lo peces, el desarrollo de campañas de concientización de las comunidades sobre la minería (ya que muchos indígenas se suman a la actividad), la salida de los mineros extranjeros, un mayor apoyo de los organismos de seguridad del Estado y la atención a las peticiones que se han hecho formalmente a la Asamblea Nacional.
Mitigar o erradicar. Judith Rosales, de la Universidad Nacional Experimental de Guayana, recordó que la preocupación es mundial. Otros países asiáticos, sur y centroamericanos se ven afectados por la explotación del oro. El año pasado se firmó la Declaración de Lima, en el marco del Tratado de la Cooperación Amazónica, donde ocho países latinoamericanos se comprometieron a analizar la problemática. Existe también la GSF, Guiana Shield Facility, un mecanismo de gestión para apoyar a naciones que forman parte del Escudo Guayanés. Rosales concluyó con la posibilidad de mitigar los efectos de la contaminación mercurial con la ayuda de la tecnología, que puede disminuir el impacto hidráulico además de la acción de vincular a las poblaciones a actividades económicas sustentables como el ecoturismo.
El mercurio es tóxico. Salvador Penna, profesor de la Universidad de Oriente, investigador de la salud enfatizó en que este metal pesado es tóxico y se incorpora fácilmente a los tejidos. Sus efectos son variados y mayores en la población más joven. Puede causar ansiedad  o estado letárgico al afectar el sistema nervioso central.  En los suelos adyacentes a los reservorios de agua hay mercurio, en las plantas, peces y aves que luego son consumidos por el hombre. En la actualidad, en estudios realizados en el Bajo Caura, se ha encontrado que más del 60% de las personas tiene niveles de mercurio superiores a los admisibles según los estándares de la Organización Mundial de la Salud, OMS. Según Penna se debe erradicar las fuentes de mercurio, realizar despistajes y capacitar a personal médico para la atención de pacientes contaminados.
Avalar a los expertos. Antonio Machado Allison, profesor de la Facultad de Ciencias y miembro de la Academia de Ciencias Físicas y Matemática de Venezuela, lamentó que la opinión de los académicos sea siempre tomada como tal y no como un aporte netamente técnico y contundente de problemas reales que atañen al país. Para Allison el panorama es desalentador: aumento de las cargas de sedimentos de las cargas a los ríos, disminución de la calidad de las aguas, destrucción de hábitats naturales, pérdida de la biodiversidad acuática y afectación del hombre. Habría que pensar, a su criterio, en que además se trata de problemas geopolíticos. Es una ley natural, según comenta, que las poblaciones río arriba cuiden las aguas de poblaciones río abajo, esto indica que la conservación de las aguas forma parte de los compromisos y políticas conjuntas entre estados limítrofes.
El post-extractivismo.  En teleconferencia desde Perú, el Dr. Carlos Monge. Coordinador Regional para América Latina  del “Revenue Watch Institute”, expuso la preocupación sobre el papel de las economías del continente, que parecieran estarse convirtiendo en proveedores de minerales de exportación, alimentando los procesos de transformación de las clases medias de India, China y otras naciones en crecimiento. ¨Estamos aportando recursos fósiles y emitiendo gases¨. Su propuesta que supone un gran cambio de paradigma, es pensar en América Latina tal vez como un gran proveedor de agua fresca y de conocimiento en materia de biodiversidad. ¨Deberíamos tener un nuevo rol. Ser la Arabia Saudita de la producción de oxígeno¨. Monge alentó sobre la idea de iniciar la crítica sustantiva de la opción extractivista y proponer una matriz energética limpia, un cambio cultural de la forma de acercamiento del hombre a los recursos humanos, desde un paradigma más sostenible y menos utilitario.

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