Imarú Lameda, guara estudiando en Argentina, tiene nueve años investigándolo
EL OSO FRONTINO, TIENE AMIGOS EN RED PARA EVITAR SU EXTINCIÓN
Heidy Ramírez S.
@ideagenial
Miembro de la red Periodismo ante el Cambio Climático
Imarú Lameda. licenciada en Estudios Ambientales, Magister en Recursos Naturales y Medio Ambiente y aspirante al Doctorado en Ciencias Naturales en la Universidad Nacional de La Plata, Argentina; desde hace 9 años investiga y coordina la Red Oso Andino y participa en el Proyecto Juco (dedicado a investigar al oso frontino en el país sureño).
Busca alguna institución que en Venezuela apoye la reproducción de material educativo sobre la etnozoología* de la especie, su biología y conservación para que sea repartido en instituciones de enseñanza, como parte de las estrategia de divulgación en pro de la conservación del oso
Para quienes no lo conocen…¿cómo es un oso frontino? El oso andino (Tremarctos ornatus) o “gran oso decorado”, es la única especie de la familia Úrsidae presente en América del Sur, además de ser el único Tremarctinae viviente actualmente. Se distribuye desde Venezuela pasando por la cordillera de los Andes hasta el noroeste argentino. Es un animal de tamaño mediano en comparación con otros osos, mide entre 1,30 y 1,90 m de alto, y pesa en promedio entre 80 y 125 kg. Su coloración es uniforme, negra o café negruzca, con pelo áspero. El hocico es corto, de color café claro o blanco, con manchas blanquecinas que se extienden alrededor de los ojos y nariz a través de las mejillas, bajando por el cuello hasta el pecho y que varía mucho entre individuos. Posee cinco dedos con garras largas y curvas no retractiles, y las plantas de las patas poseen pelos interdigitales que le ayudan a trepar árboles.
Es un animal tímido y huidizo, se caracteriza por ser solitario y de hábitos diurnos. Su alimentación es predominantemente omnívora- hipocarnivora con un gran componente de materia vegetal. Son excelentes trepadores. No solo debería decretarse como animal emblema de algún estado de Venezuela, sino del país y hasta diría de los Andes Tropicales Suramericanos, por la importancia que tiene biológica y cultural. En Suramérica sólo 6 países son hogar de esta especie que actualmente se encuentra en peligro de extinción debido a la fragmentación de su hábitat, la cacería indiscriminada, la falta de apoyo a las investigaciones y el desconocimiento de la existencia de la especie.
¿Qué es la Red Oso Andino? Es una iniciativa 2.0 que consiste en transmitir información mediante el uso de las redes sociales sobre la importancia del oso frontino. Los amigos se pueden encontrar en Facebook y en twitter bajo @RedOsoAndino. La idea es publicar noticias, informaciones generales, científicas y responder dudas. No se limita a Venezuela, tenemos seguidores de diferentes partes del mundo. También se puede encontrar más información en www.elosoandino.blogspot.com
¿Cómo empezó tu interés en esta especie? Hace nueve años con mi proyecto de secundaria, desde entonces he desarrollado varios trabajos en campo, educación ambiental, fragmentación de hábitat, etnozoología. Mi primera investigación fue sobre la etología de la especie (el comportamiento) y quedé encantada con él. Hace poco salió una publicación científica sobre registros de la presencia del oso en Argentina y Venezuela, las áreas más al norte y al sur de la especie en Suramérica.
¿Cuál es el objetivo de tu investigación en Argentina? Contribuir al patrimonio cultural y natural de las montañas andinas presentando las diferentes visiones que tienen las comunidades criollas y aborígenes sobre el oso frontino; elaborando y proponiendo el desarrollo de un programa de divulgación que posibilite mantener vigentes los aspectos etnozoologícos en el noroeste argentino y la cordillera de los andes venezolanos.
¿Cuáles han sido los hallazgos más relevantes? El país con mayor producción de documentos relacionados a la etnozoología de la especie es Argentina, Perú es el segundo. En el primero se conoce al oso andino como “Ucumar” y en Venezuela como “Oso Frontino”. A lo largo de la distribución del animal en el continente está presente el mito, la estructura de los relatos muestran la versión del “oso raptor”. En nuestro país es cazado como una demostración de machismo y valentía entre los hombres de las comunidades y se hace uso de sus partes para diversos fines.
Desde hace años se han incrementado las campañas educativas sobre la existencia, biología y conservación del oso en los Andes venezolanos, pero no pasa lo mismo en Argentina, aunque es necesario. En nuestra región se usa la grasa del oso en problemas bronquiales, golpes y reumatismo; los huesos pulverizados para curar la artritis y el asma; el hueso peneano para la impotencia sexual; la sangre para curar la anemia y obtener la fuerza de animal; las garras pulverizadas son utilizadas para curar el asma; la piel como elemento decorativo y de colección en el hogar.
En las investigaciones y desarrollo de planes de acción para la conservación de la especie se debe considerar la cosmovisión de las comunidades que conviven con el oso andino. La etnozoología puede ser una manera de llevar la información adaptando los conocimientos populares a la indagación científica, rescatando los valores de las percepciones prehispánicas de las comunidades con relación al oso andino.
¿Cuáles han sido los principales obstáculos que has encontrado en el estudio? Es primera vez que se aborda la temática de esta forma, es decir, un profesional de las ciencias naturales realizando revisiones bibliográficas, análisis literarios y discursivos para poder relacionar esas visiones que tiene la gente con respecto a una posición del discurso totalmente biológica. Fue un gran reto personal y profesional que tuvo muy buenos resultados y aportes al conocimiento del oso en Argentina y Venezuela.
Lamentablemente no tengo apoyo institucional ni económico de alguna institución pública o privada venezolana. En mi última visita a mi país conjuntamente con ConBiVe y otros profesionales de la fauna silvestre hicimos un Taller sobre el Oso Frontino. En Argentina actualmente estamos conformando un grupo de investigadores que trabajaremos con el oso andino en la región. En nuestro territorio tengo fe en que alguna institución considere en serio las propuestas, a veces son muchas las promesas pero nunca se concretan. Sería excelente que alguna organización pública o privada se anime a incorporar dentro de sus planes de Responsabilidad Social Empresarial, apoyar el trabajo en pro del oso frontino.
*Etnozoología: ciencia que estudia la interconexión del ser humano con los animales.
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