Diario: Notitarde La Costa. Puerto Cabello Edo. Carabobo.
Fecha: 17-02-2017. Columna: BioDazibao
Global. p5. Autor: Wilfredo Jiménez Gómez
Qué hacer por el agua
Uno de los instrumentos que nos
ofrece la legislación ambiental venezolana y que bien merece ser rescatado,
activado y fortalecido es el Consejo Nacional de Cuencas Hidrográficas, según
expresa el Decreto N° 2.330 publicado en la Gaceta Oficial 35.042 del 4-09-1992.
Otro instrumento similar son los Consejos de Cuencas Hidrográficas previstos en
la Ley de Aguas de 2007, cuya función es elaborar y ejecutar el Plan de Gestión
Integral de las Aguas de la correspondiente región hidrográfica.
Nosotros en función de
simplificar, hemos insistido en la conformación de una sala situacional para
hacer el diagnóstico y monitorización del problema de la falta de agua en el
municipio Mora, específicamente esto comprendería abordar la situación
ambiental de la cuenca del río Canoabo, la cual suministra el agua que se
consume en el litoral carabobeño.
Estos instrumentos tienen por
objeto la articulación de iniciativas voluntarias y conocimientos, en función
de lograr una gestión eficiente del recurso agua. La activación de los mismos
es una oportunidad para consultar y escuchar a la población y organismos, y así
enterarse directamente de las dificultades y posibles soluciones que puedan
surgir de esta interacción. Soluciones que deben expresarse en proyectos
viables y cuya asertividad, incluso los resultados, deben significar un aporte
a la cultura ambiental que debe instaurarse en la sociedad.
Es sensato aprovechar cuanto
antes los recursos que nos ofrece la legislación ambiental, porque no hacerlo
es contribuir para que la misma se transforme en letra muerta. Por lo tanto
debemos documentarnos al respecto, involucrar el mayor número de planteamientos
y procurar generar una propuesta consensuada orientada a la solución definitiva
del problema de la falta de agua.
Finalmente esperamos que tanto
los entes del Estado, como la ciudadanía en general, logren alcanzar acuerdos
cuyo fin último sea la mejora sustancial del servicio de agua potable, lo cual
mejorará la calidad de vida de toda la población.
Alabado seas, mi Señor
En el capítulo cuarto de la encíclica, cuyo
título es Una Ecología Integral, en el subtítulo Ecología de la vida cotidiana,
el pontífice sostiene que “La calidad de vida en las ciudades tiene mucho que
ver con el transporte, que suele ser causa de grandes sufrimientos para los
habitan¬tes. En las ciudades circulan muchos automóviles utilizados por una o
dos personas, con lo cual el tránsito se hace complicado, el nivel de
contaminación es alto, se consumen cantidades enormes de energía no renovable y
se vuelve necesaria la construcción.
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