Diario:
Notitarde La Costa. Puerto Cabello Edo. Carabobo. Fecha: 04-11-2016. Columna: BioDazibao Global. p6. Autor:
Wilfredo Jiménez Gómez.
Documental
Hombre bosque
Recientemente descubrimos en
internet un video que data de 2014, pero no obstante a la fecha de realización,
su contenido se mantiene vigente. Se trata del documental titulado “Forest man”
(Hombre bosque), el cual relata la obra real y excepcional de Jadav Payeng, un
ciudadano de la India que comenzó a reforestar la isla de Majuli en 1979, motivado
por la merma de la superficie territorial de la isla como consecuencia de la
tala y la erosión de los suelos. Luego de transcurridos 35 largos años
trabajando de manera ininterrumpida en la repoblación forestal de la isla, ha
obtenido como recompensa la creación de un bosque de 550 hectáreas.
A todas luces es loable esta
iniciativa emprendida por Jadav Payeng, cuyos resultados tangibles han
demostrado que sí es posible la recuperación de áreas naturales degradas. Basta
tener convicción, perseverancia y pasión por la naturaleza, para disponernos a
alcanzar metas y logros ambientales. La obtención de un bosque es una creación
de valor incalculable, no tiene precio, sería errado, sería una torpeza
intentar mercantilizar esta obra.
Pudiera argumentarse que para poner en marcha este tipo de emprendimientos es
necesario contar con recursos económicos, ciertamente es válido, pudiera ser
una limitación, pero no trunca la motivación humana cuando se quiere lograr un
objetivo.
En el contexto nacional abrigamos la
esperanza de que a mediano plazo ingresen al país cantidades suficientes de
petrodólares, es decir, nuevamente el llamado “boom” petrolero, creemos que
esta vez debemos evitar que suceda como en otras oportunidades, es decir, no
sabemos qué hacer con tanto dinero y comienzan a proliferar proyectos vacíos,
producto del capricho académico, o peor aún producto de la politiquería voraz
que responde a intereses creados de cofradías, pues no, ese dinero hay que
invertirlo sabiamente, en proyectos que tengan una visión de país, orientado al
bienestar de la población. Tenemos graves problemas ambientales que urge
resolver como por ejemplo la falta de agua, por tanto será necesario invertir
en conservación de cuencas hidrográficas, entre otras áreas prioritarias.
Agua
en Morón
El problema de la falta de agua en
el municipio Mora está signado por la improvisación, es decir, carece de un
plan orientado a solventarlo, lo cual se traduce en la práctica de un
tercermundismo exacerbado, estamos anclados.
Alabado
seas, mi Señor
En
el capítulo cuarto de la encíclica, cuyo título es Una Ecología Integral, en el
subtítulo Ecología Ambiental, Económica y Social, el Santo Padre reflexiona que
“Si todo está relacionado, también la salud de las instituciones de una
sociedad tiene consecuencias en el ambiente y en la calidad de vida humana:
Cualquier menoscabo de la solidaridad y del civismo produce daños ambientales.
En ese sentido, la ecología social es necesariamente institucional, y alcanza
progresivamente las distintas dimensiones que van desde el grupo social
primario, la familia, pasando por la comunidad local y la nación, hasta la vida
internacional. Dentro de cada uno de los niveles sociales y entre ellos, se
desarrollan las instituciones que regulan las relaciones humanas. Todo lo que
las dañe entraña efectos nocivos, como la pérdida de la libertad, la injusticia
y la violencia. Varios países se rigen con un nivel institucional precario, a
costa del sufrimiento de las poblaciones y en beneficio de quienes se lucran
con ese estado de cosas. Tanto en la administración del Estado, como en las
distintas expresiones de la sociedad civil, o en las relaciones de los
habitantes entre sí, se registran con excesiva frecuencia conductas alejadas de
las leyes. Estas pueden ser dictadas en forma correcta, pero suelen quedar como
letra muerta”.
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