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lunes, 22 de enero de 2018

CAMBIO CLIMÁTICO AMENAZA A RÍOS VENEZOLANOS

La publicación Ríos en Riesgo de Venezuela 1, evalúa el estado actual y las amenazas sobre estos cuerpos de agua

Altos de Pipe, 22 de enero de 2018.- Prensa IVIC


Los asentamientos humanos han sido posibles gracias a ellos, debido a que abastecen de agua potable y alimentos, además de facilitar la comunicación con otras regiones a través de la navegación de sus aguas. Los ríos son ecosistemas fundamentales para la vida, pero su fragilidad les ha vuelto vulnerables ante la actividad del hombre. El impacto del cambio climático, producido en gran medida por las acciones del ser humano, ha generado transformaciones fuertes en estos ecosistemas acuáticos, poniendo en riesgo su permanencia, pues sí pueden llegar a extinguirse.

Los cursos de agua dulce ubicados al norte del río Orinoco -especialmente en sus llanuras occidentales- y los encontrados al este del estado Bolívar, en la zona del Esequibo, serían los más afectados en el escenario del aumento de la temperatura y la reducción de las precipitaciones, según se consideró en el artículo “Escenarios de Cambio Climático y la Conservación de los Ríos de Venezuela”, publicado en el capítulo 8 del texto Ríos en Riesgo de Venezuela 1.

El estudio realizado para la publicación de este artículo fue liderado por el investigador del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic), Carlos Méndez, quien evaluó el impacto provocado sobre los principales ríos del país, ante dos posibles escenarios climáticos.

“Todo el sistema hidrológico en la cuenca del río Apure es susceptible a sufrir grandes sequías en el futuro, si no se logra detener el calentamiento, por presentar una combinación de extremos climáticos como la disminución de las precipitaciones y el aumento de la temperatura. Lo mismo ocurre en la zona del Esequibo, sobre todo con la modificación en el patrón de las lluvias”, explicó Méndez.

Los ríos ubicados al sur del territorio venezolano sufrirán menos impactos a causa del cambio climático, pues no se espera que se registre una modificación tan drástica en las precipitaciones, debido a la influencia de la zona del cinturón de convergencia intertropical, región con lluvias abundantes y frecuentes. Los resultados apuntaron a una diferenciación de los efectos sentidos, dependiendo del lugar del país en el que se encuentre el río.

Se determinó que los efectos del cambio climático serán de diferente índole y escalas entre las que se incluyen física, química y biológica. El fitoplancton, los invertebrados y hasta grandes vertebrados acuáticos y terrestres asociados al ecosistema dulceacuícola serán afectados por las modificaciones en el patrón climático. De igual manera, se estima un impacto importante en las funciones ecosistémicas como las redes tróficas y flujos de energía.

Un esfuerzo para la protección

La edición de Ríos en Riesgo de Venezuela 1 estuvo a cargo del investigador y docente de la Universidad Centroccidental Lissandro Alvarado, Douglas Rodríguez. Cuenta con 11 capítulos en los que se presentan diversas investigaciones para evaluar el estado actual y los riesgos a enfrentar por estos cuerpos de agua dulce. Para ello, se invitó a participar a diferentes especialistas de casas de estudio y centros de investigación en el área.

La información sobre ríos en el país -especialmente sobre su conservación- es escasa, fragmentada y desactualizada, lo que imposibilita la capacitación y la toma de acción para frenar su degradación. Por este motivo, Rodríguez se propuso la tarea de compilar datos certeros y de calidad que permitan conocer a profundidad la situación de los ríos y que además ofrezcan soluciones viables para evitar daños en estos frágiles ecosistemas.

Este primer volumen consta de secciones donde se tratan las regiones hidrográficas, incluyendo cuencas, ríos y casos especiales, a la vez que se tratan aspectos y eventos transversales como es el caso de la legislación ambiental, la minería o el cambio climático.
“La comunión de información sobre los ríos de Venezuela nos ha permitido valorar el estado de varios ecosistemas fluviales, pero aún restan muchos. Por ello, estamos desarrollando el segundo tomo y posiblemente haremos un tercero. La mayoría de las ciudades y pueblos del país no tienen tratamiento adecuado de sus aguas y efluentes que usualmente caen directamente en los ríos que están asociados, bordean o atraviesan los centros urbanos”, explicó el editor.

Los ríos de los llanos de Apure

Los cursos de agua dulce descritos por el escritor venezolano Rómulo Gallegos han cambiado notablemente. La sobrepesca, la modificación del paisaje y la actividad humana en la frontera han originado modificaciones drásticas en estos paisajes, transformando la dinámica del ecosistema y mermando la capacidad que tienen estos de proveer de bienes y servicios como alimentos y agua potable.

La sedimentación de los cauces, la contaminación a causa de las aguas servidas y la actividad minera son los factores más importantes que amenazan la salud de los recursos hídricos en el estado Apure, considerados los más productivos del país en cuanto a pesca y a productividad biológica en general.

“Los ríos de Apure provienen de los Andes o de la cordillera andina de Colombia y otros se originan en nacientes en la mitad de las sabanas. Son ríos que por su procedencia tienen diferentes características físico–químicas. Mantener ese mosaico natural es un privilegio nacional pues es una zona muy rica y aporta sedimentos y agua a la cuenca del río Orinoco”, destacó el investigador del Ivic y autor de uno de los capítulos de Ríos en Riesgo de Venezuela 1, José Vicente Montoya.

A pesar de que los ríos tienen una capacidad natural de purificación, ésta puede agotarse cuando se sobrepasa la carga de compuestos orgánicos persistentes asociados a insecticidas, herbicidas y otros agroquímicos.

El equipo dirigido por Montoya evaluó 10 ríos de la entidad apureña. Además de los estudios biológicos y químicos se recopiló información sobre todos los aspectos sociales y de gestión de territorio asociados a la problemática de contaminación, pues el ser humano forma parte de estos ecosistemas.

Soluciones para la mitigación del impacto antrópico

Contar con la información certera es necesario para poder diseñar estrategias que apoyen la colaboración conservación de los ríos. Revisar la normativa legal que ampara a estos recursos es uno de los primeros pasos a dar, pues el marco regulatorio puede generar soluciones importantes.

Garantizar el pre-tratamiento de las aguas servidas antes de ser descargadas en los cursos de agua, o evitar que estas ingresen directamente en los ríos son medidas urgentes a tomar para proteger estos ecosistemas fundamentales para la vida. De igual manera, establecer sistemas de monitoreo para evaluar los comportamientos de los ríos y así afinar los datos y la información sobre ellos. Solo de esta forma se podrá planificar con mayor eficiencia cualquier acción dirigida a preservarlos.

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