Una colaboración de Wilfredo Jiménez Gómez, del diario Notitarde La Costa. Puerto Cabello Edo. Carabobo. Fecha: 26-06-2015. Columna: BioDazibao Global. p6.
San Francisco de Asís en Alabado
seas, mi Señor
La
semana pasada fue publicada la encíclica Laudato si, mi signore (Alabado seas,
mi Señor) del Papa Francisco. El nombre de la misma tiene su origen en el
Cántico de las Criaturas de San Francisco de Asís, que dice “Alabado seas, mi
Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y
produce diversos frutos con coloridas flores y hierbas”. Es oportuno recordar
que el Cardenal Jorge Mario Bergoglio, una vez que es electo Papa, toma el
nombre de Francisco, precisamente por su devoción a San Francisco de Asís. El
mismo Papa afirma, en lo que podemos llamar el preámbulo de la encíclica, lo
siguiente: “Tomé su nombre como guía y como inspiración en el momento de mi
elección como Obispo de Roma. Creo que Francisco es el ejemplo por excelencia
del cuidado de lo que es débil y de una ecología integral, vivida con alegría y
autenticidad. Es el santo patrono de todos los que estudian y trabajan en torno
a la ecología, amado también por muchos que no son cristianos. Él manifestó una
atención particular hacia la creación de Dios y hacia los más pobres y
abandonados. En él se advierte hasta qué punto son inseparables la preocupación
por la naturaleza, la justicia con los pobres, el compro¬miso con la sociedad y
la paz interior”. Agrega el Papa “Su testimonio nos muestra también que una
ecología integral requiere apertura hacia categorías que trascienden el lenguaje de las matemáticas o de la
biología y nos conectan con la esencia de lo humano. Así como sucede cuando nos
enamoramos de una persona, cada vez que él miraba el sol, la luna o los más
pequeños animales, su reacción era cantar, incorporando en su alabanza a las
demás criaturas.”
Es
prudente dejar claro que San Francisco de Asís ciertamente fue proclamado
patrono de los ecologistas en 1979 por el Papa Juan Pablo II, pero considero
incorrecto calificar a San Francisco de Asís de ecologista, ecólogo o ejemplo
de una ecología integral, por una razón muy sencilla, en el siglo XIII no se
conocía nada sobre ecología, es en el año 1869 cuando Haeckel introduce el
concepto y a partir de allí comienza la evolución o el devenir de la ecología
como ciencia; es importantísimo ubicarnos en el tiempo histórico para tener una
mejor comprensión de los hechos, por
lo tanto está claro que San Francisco de Asís no tenía formación o cultura
ecológica. Al respecto Julio Micó es contundente cuando dice que “…a Francisco
se le conoce por su amor y respeto a la naturaleza… sin embargo hay que tener
en cuenta que su visión de la naturaleza, como hombre medieval, era muy
distinta de la nuestra. Esta relación de hermandad no proviene de su visión
poética, ni de lo que hoy llamaríamos sensibilidad ecológica. Su percepción es
teológica, puesto que el lazo fraternal que nos une con los restantes seres no
es la simple naturaleza biológica, sino el tener un mismo Creador. Sin haber
estudiado los procesos de la naturaleza, Francisco capta a través de la vida
espiritual que todo viviente debe ser respetado, favorecido y amado. Aunque el
hombre puede usar de las demás criaturas, no lo puede hacer en contra del
propio bien y el de sus vecinos, lo cual significa que no pueden usarse en
contra de la voluntad de Dios expresada en su naturaleza”.
Es
evidente que la trayectoria y obra de San Francisco de Asís es determinante en
la conducta y la gestión del Papa Francisco y lógicamente marca el contenido de
la encíclica Alabado seas, mi Señor, la cual aborda el tema ambiental. En
próximas entregas haremos comentarios sobre este documento, el cual es
interesante analizarlo y discutirlo a fin de conocer la visión que sobre el
ambiente tiene la iglesia católica.
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