Diario:
Notitarde La Costa. Fecha: 31-05-2013. p6. Puerto Cabello Edo. Carabobo. Columna: BioDazibao Global. Autor:
Wilfredo Jiménez Gómez. e-mail: wijimenez@terra.com
En
abril publicamos un artículo donde referíamos la obra de naturalistas en
Venezuela y específicamente colocamos como ejemplo solo a personas del género
masculino. Obviamente quedé en deuda con el género femenino y por tal motivo en
esta oportunidad quiero destacar la contribución de insignes mujeres que
hicieron aportes relevantes en el campo de las ciencias naturales: la flora, la
fauna, la orografía, la hidrografía y la geografía. Tales son los casos de Ruth
Robertson, Julieta Salas de Carbonell, Cecilia Blohm y Zoraida Luces de Febres,
entre otras.
Ruht
Robertson fue una fotoperiodista estadounidense que organizó y lideró una
expedición que se inició en abril de 1949 con el objetivo de llegar al pie del
Salto Angel y fotografiarlo por primera vez desde ese lugar, incluso medir su
altura que para la fecha era desconocida. Según el portal Código Venezuela esta
periodista se trazó ese objetivo desde que sobrevoló el salto mencionado y a
partir de allí comenzó a trabajar en función de lograrlo. En tal sentido buscó
financiamiento para su expedición en la National Geographic Society, pero tal
vez el machismo de la época hizo dudar que una mujer lograra tal objetivo, sin
embargo, la revista le ofreció comprarle su historia y las fotografías si
obtenía éxito. El 12 de mayo de 1949 Ruht Robertson y su equipo de exploradores
llegaron a la base del Salto Angel, el cual había sido descubierto en noviembre
de 1933 por el piloto Jimmie Angel. La misión de fotografiarlo desde la base se
cumplió. La altura de la caída de agua midió 979 metros, siendo la más alta del
mundo. En noviembre de 1949 la revista National Geographic publicó en extenso
datos de la expedición, posteriormente en 1975 Ruht Robertson publicó su libro
titulado Churún Merú: el ángel más alto y otras historias.
Otra
mujer que ha trabajado por las ciencias naturales en el país es Zoraida Luces
de Febres, quien fue discípula del sabio Henry Pittier y se destacó en el campo
de la botánica, específicamente en agrostología; se dedicó al estudio de las
gramíneas herbáceas silvestres. Es considerada la primera científica botánica
venezolana, trabajó en el Laboratorio de Biosistemática y Citogenética Vegetal
del Instituto de Biología Experimental, Facultad de Ciencias de la Universidad
Central de Venezuela.
Julieta
Salas de Carbonell estudió biología, escribió el libro El Misterio de las
Fuentes, donde se presenta el testimonio de uno de los expedicionarios que
llegaron a las nacientes del río Orinoco en el año 1951: su esposo Luis Manuel
Carbonell. Esta bibliografía es importante desde la perspectiva de la
historiografía natural. El texto es descriptivo y reseña, entre otras cosas,
las condiciones inhóspitas que vivieron los participantes de la expedición,
también se desmitifica a los nativos ancestrales que viven en esa región del
país.
Por
último, Cecilia Blohm se formó en educación y precisamente se dedicó a escribir
en el campo de la educación ambiental para contribuir a la formación de
conciencia conservacionista en el país.
Celebración
mundial
El próximo miércoles 5 de junio se
celebrará el Día Mundial del Ambiente. La fecha es propicia para la reflexión,
para hacer un balance de la situación ambiental en el ámbito local, regional,
nacional y/o mundial, para pasar de las palabras a la acción. Es un tema que no
debemos soslayar, por el contrario hay que asumirlo con responsabilidad. ¿Qué
estamos haciendo para evitar perjudicar el entorno?, ¿hemos tomado alguna
iniciativa favorable?.
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